En el año 1.978 Etsuro Sotoo, llegó a Barcelona. Se acababa de licenciar en Bellas Artes, tenía apenas un año de experiencia como profesor de Arte. Cuando le impresionó el templo inacabado: "Era el montón de piedras más fabuloso que jamás había visto"... Pidió trabajo como picapedrero. Quería continuar la fachada del Nacimiento (la única fachada que, gracias a su trabajo, sería declarada por la Unesco Patrimonio Mundial). Hizo una prueba y le dieron el puesto. Desde entonces completa lo que Gaudí no tuvo siquiera tiempo de pensar. Cuando acabó con los huecos comenzó con los apuntes del arquitecto. Cuando se han acabado las pistas le ha tocado tomar decisiones.
Lleva 46 años trabajando en el Templo Expiatorio. Ha recibido varios premios, entre los que destacan: el Art of Spirit Award de Lladró (2002), el Cultural Award de la provincia de Fukuoka (2002) y el Cultural Award del Ministro de Relaciones Exteriores del Japón (2008) o el Premio Michelangelo di Carrara (2012). En septiembre de 2012 el gobierno de Japón le otorga en Tokio una condecoración por su cometido como divulgador de la cultura japonesa en el mundo. En 2014, recibe la Cruz Europea de Oro de la AEFE y el Premio Gaudí Gresol por su brillante trayectoria personal y profesional. En 2.018 es nombrado Presidente de Honor de ACLI SPAGNA. El mismo año es nombrado miembro de Honor de la Real Academia del Instituto Balear de la Historia.